¿Libertad? . Artículo de opinión que relaciona metafóricamente fútbol y vida , inspirado en una fotografía cuyo protagonista principal es Cristiano Ronaldo. Realizado para el medio deportivo online XtremeFutbol .
Estoy segura de que si este artículo ha captado tu atención es porque en la foto que lo acompaña aparece Cristiano Ronaldo, aunque agradezco igualmente que me regales un poquito de tu tiempo.
Sin entrar en el tema de los “odios” y “amores” futbolísticos, me apetecía hablar de esta fotografía -que curiosamente ha pasado casi desapercibida-, porque simplemente me encanta. Es una foto del fotógrafo, Javier Gandul, que publicó el Diario As en un artículo sobre el partido de Liga que disputaron el Córdoba y el Real Madrid el veinticuatro de enero de 2015.
Hay quién dice que el fútbol es como la vida, que refleja muchos aspectos de ella. Quizás ahí resida el misterio y la magia de este deporte que tantos seguidores consigue atrapar en sus redes.
Y ¿qué sería del fútbol sin las buenas fotografías? Sin ellas, sería imposible poder captar esos momentos inolvidables que el Deporte Rey nos regala y se acumulan en nuestra memoria. Instantes como el captado por Javier Gandul, que bien podrían ser una buena metáfora de la vida. Instantes captados por fotógrafos con talento, cuya autoría a veces pasa desapercibida.
En la vida como en el fútbol, quién no se ha sentido alguna vez como en la foto, igual de oprimido, sin libertad para poder actuar como te gustaría, con la sensación de estar sujeto, agarrado con fuerza, privado de movimiento. ¿Te has sentido alguna vez así? Sientes que es injusto, te sientes impotente, pero no puedes hacer nada. No puedes moverte, porque si lo haces lo único que conseguirás es que te apliquen “el reglamento”, el que existe de común acuerdo, o bien ese “otro reglamento” no escrito que algunos se creen con derecho a ejercer en nombre de las libertades y de su posesión de la única verdad absoluta.
No importa que sea injusto, no tienes derecho al pataleo, ni a quejarte, ni a reaccionar, tu obligación es comportarte debidamente, de acuerdo a esos “reglamentos”, con educación ante todo. Aunque sabes que por suerte siempre hay alguien observando, como el fotógrafo, que deja constancia y ve bien lo que sucede, y otros que prefieren mirar para otro lado por su propia conveniencia, como el linier, que evita ver lo que es evidente. Pero bueno, a estas alturas tampoco nos va extrañar descubrir que la hipocresía vive muy cómodamente en nuestra sociedad.
En la vida como en el fútbol, no se deja de aprender y de luchar. Hay que trabajar y esforzarse mucho, ser fuerte física y mentalmente para recibir los golpes que te pueden llegar. Te pondrán zancadillas, te darán patadas, te intentarán clavar los tacos, te causarán heridas, te dejarán cicatrices abriéndote una brecha en la ceja o en cualquier otra parte, te criticarán, te insultarán, te caerás y te levantarás una y mil veces, tendrás un partido malo o varios, pero seguirás adelante. Y cuando lleguen los momentos de felicidad y puedas celebrarlos con “tu equipo”, esos instantes te lo compensarán todo. Ese equipo que te ha visto entrenar cada día, esforzarte, trabajar, disfrutar. Ese equipo que te ha animado y te ha apoyado en las buenas y en las malas, que se ha emocionado con esa espaldinha, esa vaselina, esa chilena, esa rabona que tanto te costaba hacer, ese caño que parecía imposible, y que ha enloquecido cuando has marcado ese gol en el último minuto, cuando todo ya parecía perdido, y lo ha celebrado como si lo hubieran marcado ellos mismos.
La vida como el fútbol hay que vivirla con pasión, pero de forma constructiva, disfrutando de los pequeños detalles, compartiéndolos con “tus amores”. No siempre vendrán bien dadas, ¡nadie dijo que fuera fácil!
En la vida como en el fútbol, se puede conseguir llegar a la prórroga con esfuerzo y con el trabajo hecho. Cuando llegues, ¡cruza los dedos!, para que la suerte esté de tu lado. Y si al final consigues ganar el partido, ¡celébralo con tu equipo!
Soul Bombón
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